La entrevista

La embajada británica (Beca Chevening) y la comisión Fullbright (beca ídem) hacen una primera pre-selección entre las cientas de incripciones que les llegan y llaman a algunos para una entrevista. No se sabe a cuántos -no difunden sus números- pero es alrededor de un cuarto de los aplicantes.

El estudiante crónico no sabe cómo es el proceso de selección de otras becas, pero sí que algunas universidades también requieren una entrevista -presencial o telefónica- para tomar una decisión.

Que te llamen para la entrevista es haber ganado un punto importante: que te conozcan personalmente. No es muy diferente a una entrevista de trabajo. Hay que llegar a horario, ir bien vestido -de traje o su equivalente femenino- y recodar que el comité de selección ya te conoce, parcialmente, a través de tu application. En una parte de la entrevista repasan tu CV -por qué hiciste tal cosa, cómo te ves de acá a 5 años, etc. Bastante previsible, está bueno haber pensado -aunque sea un rato antes- posibles respuestas. Es un buen momento para explicar posibles desventajas o baches en tu CV. La segunda parte de la entrevista es más difícil, e involucra preguntas cómo : ¿qué harías si fueras ministro de economía? o ¿Cómo organizarías una campaña de concientizaciòn sobre el HIV?, según la especialidad para al que te postules. Es imposible tener respuestas preparadas, pero es bueno tener en mente que los que te preguntan tampoco saben las respuestas.

Un consejo final: tenerse fe es tener media beca ganada.